Tras la campaña Navideña, las rebajas de enero y llegando el mes de febrero, en el que ya nos hemos adentrado, desde hace algunos años invariablemente nos tropezamos a cada paso con la campaña dedicada a San Valentín. Desde estanterías de supermercado repletas de dulces y chocolates en forma de corazón, pasando por restaurantes ofertando menús especiales para ese día y a precios abusivos, ofertas de floristería y el bombardeo continúo de ideas para regalos que hacerle a nuestra pareja. El 14 de Febrero, día dedicado a la celebración del amor y la amistad, con los años ha ido adquiriendo un tinte comercial que poco tiene que ver con su significado original.
Aunque yo siempre he sido acérrima defensora del concepto de que realmente no hacen falta fechas especiales para celebrar el amor si no que hay que demostrar y celebrarlo día a día, tampoco me desagradan si nos apetece celebrar un día especial. Sin embargo me pregunto ¿es necesario todo ese bombo comercial para hacerlo? Tampoco hace tantos años que San Valentín era una fecha más sencilla. Se celebraba el amor con detalles pequeños y significativos, como una carta escrita a mano, un detalle significativo en la historia entre ambos o un ramo de flores frescas de la floristería del barrio. Pero desde hace algunos años parece haberse convertido en una carrera loca por encontrar el regalo perfecto y el más costoso por supuesto o de reservar la cena más exclusiva en el restaurante de moda pagando un precio abusivo por el menú solamente porque el postre viene en forma de corazón, para demostrar al mundo cuanto amas a tu pareja.
Y es precisamente porque no soy muy fan ese enfoque comercial que se le da desde hace unos años, me gustaría compartir con vosotros algunas ideas para celebrar el amor y hacer de San Valentín una fecha especial de una manera más autentica y significativa, evitando caer en el consumismo desenfrenado.
En lugar de pagar precios abusivos, tan sólo porque el menú para esa noche contiene las palabras “San Valentín”, en vuestro restaurante favorito que esa noche probablemente esté abarrotado ¿por qué no optáis por una celebración más creativa? Quizá un picnic romántico en un lugar significativo para vosotros o cocinar juntos una cena deliciosa en casa, con vuestra música favorita, la mesa puesta con especial cariño y unas velas para disfrutar juntos de una velada íntima y acogedora. Con un poco de creatividad hay muchas opciones para vivir una celebración única y muy especial.
Tampoco es necesario hacer regalos caros o genéricos, cómo los lotes especiales de productos preparados en cualquier perfumería, con una presentación preciosa, eso sí, pero impersonales. En lugar de eso ¿por qué no preparas una experiencia que podáis disfrutar juntos y que creará recuerdos que durarán mucho más que cualquier regalo “comercial”? También podrías hacer a mano un regalo personalizado, quizá un álbum con fotos que cuenten vuestra historia en imágenes, algún objeto que simbolice algo muy significativo para vosotros, un talonario con cupones–vale por una velada con cosas de las que ambos disfrutéis, o incluso una tarjeta hecha a mano en lugar de comprada, las posibilidades son infinitas y el gesto será mucho más significativo.
Escríbele una carta de amor de las de antes, escrita a mano y enviada por correo postal. En la era de los mensajes de texto, las video-llamadas o los correos electrónicos puede ser un detalle increíblemente conmovedor y más personal imposible. En este punto hablo por experiencia ¿os acordáis de los confinamientos y las prohibiciones para viajar en pleno auge del covid? En ese momento mi media naranja y yo estábamos en países distintos y a él se le ocurrió precisamente eso, enviarme una carta a la antigua usanza y escrita a mano. Para mi fue de los mejores regalos que actualmente aún conservo y a menudo releo con cariño.
En San Valentín, aunque el bombardeo publicitario alrededor de esa fecha esté enfocado hacia el amor romántico de pareja, no te olvides de celebrar en ese y todos los demás días del año el amor en todas sus formas. Demuestra tu amor y cariño a tus seres queridos. Una llamada por qué sí o un abrazo sincero pueden alegrarle el día a alguien. Y sobre todo, no te olvides nunca de celebrar el amor propio, tómate unos momentos para mimarte, hacer algo que te haga feliz y conectar contigo mismo. Lo importante es celebrar el amor en todas sus formas, sin importar el dinero que gastemos, recuerda que los detalles más pequeños y sinceros suelen ser los que realmente importan y los que más apreciamos guardándolos cual tesoros. ¡Feliz San Valentín! Celébralo cómo a ti más te apetezca.